¿Cómo saber si tengo ortorexia?

Raquel Moyá

La ortorexia es un nuevo trastorno tipificado dentro de los trastornos de la alimentación que ha surgido en las últimas décadas. “Orthos” quiere decir “correcto” y Orexia” “apetito”, por tanto ortorexia significa “apetito correcto”. Acudir a una nutricionista sin tener problemas de peso, intolerancias o alergia, hacer dieta Keto o cetocénica indefinidamente, comida fit, vegetarianismo, veganismo, comida ecológica, fuera el azúcar, nada de procesados o eliminar ciertos grupos de alimentos pueden ser señal de que necesitas acudir a terapia y entender que estás padeciendo ortorexia, y superarla.

 

 El paciente se encuentra obsesionado con llevar una “alimentación sana” lo que hace que considere determinados tipos de alimentos como “malos” y lleva una vida llena de reglas sobre cómo comer. A diferencia de la anorexia en la que la preocupación central es la cantidad de comida, en la ortorexia es la calidad lo que puede llevar al paciente hasta la desnutrición y en algunos casos la muerte.

 

El trastorno tiene similitudes con el trastorno obsesivo-compulsivo puesto que hay obsesiones que generanansiedad, (solo pensar en tener que comer algo fuera de su “dieta” ya les genera esa emoción) y compulsión en el acto de comer solo aquellos alimentos y/o técnicas de cocción y cantidades supuestamente correctas. Con ello evitan enfrentarse a las ideas temidas: Comer mal, acumular grasa y nutrientes que no se necesitan, intoxicarse, etc... Y así se acepta por tanto que todas esas conductas previenen que esos miedos imaginarios se hagan realidad, lo cual hace que se vuelvan más fuertes.

 

Este trastorno puede llevarles a reducir considerablemente su vida social. Vivimos en una sociedad que se relaciona muchas veces alrededor de la comida y la bebida, estas personas tienen su comida organizada prácticamente de toda la semana. Invierten muchísimo tiempo en decidir qué alimentos comprar, qué cantidad comer y cuántas veces. Pueden recorrer largas distancias para comprar un alimento concreto y gastar cantidades de dinero significativas tanto en alimentos como en nutricionistas que no necesitan.

 

En los restaurantes no encuentran la alimentación que ellos llevan, como en la anorexia la ruptura de esas “reglas” que siguen les hace sentir realmente mal y culpables lo que para evitar esa sensación evitan saltarse sus propias reglas autoimpuestas, y eso les aleja de la vida social. Además, suelen sentir cierta superioridad al resto de personas por que ellos “comen bien” y los demás “comen mal”. Actualmente la prevalencia de la ortorexia nerviosa está extendiéndose especialmente en occidente encontrándonos con porcentajes alrededor del 28%.

 

Las personas que padecen este trastorno a nivel fisiológico se encuentran con niveles elevados de dopamina y bajos de serotonina lo que genera un cóctel de excesiva euforia mezclado con ansiedad, similar al efecto del consumo de drogas de abuso como la cocaína.

 

 

Una vez leído todo esto, seguro que estarás pensando: “Creo que tengo ortorexia”. Acto seguido vuelves a sentirte segur@ pensando que no es para tanto, que ¿a quién no le gusta cuidarse? Después de todo, nos bombardean por todas partes con demasiada información sobre alimentos como si nosotros fuéramos expertos para decidir qué necesita exactamente nuestro cuerpo, que es único, especial y diferente en cada persona. Siempre hay debate en torno a la alimentación y cuando antes la cantidad de comida y los cuerpos de las modelos eran el ideal al que aspiraba la mujer occidental, ahora la calidad de comida y los cuerpos de las influencers del mundo fitness ha sustituído una obsesión por otra, igualmente peligrosa. La ortorexia se comporta como una religión: es integrista, existe el pecado y la culpa.

 

 

 

 

 

- Pasar mucho tiempo planificando y pensando en tu dieta.

 

- Organizar las comidas con mucha antelación

 

- Considerar la alimentación por su calidad y valor nutritivo antes que por el placer que nos aporta.

 

- Renuncias a comer alimentos que siempre te han gustado para comer “alimentos buenos”.

 

- Tu autoestima ha mejorado desde que te alimentas de forma “sana”

 

- Has renunciado o renuncias a tu vida social muchas veces por que no quieres comer lo que sirven en los restaurantes, salvo que éstos sean “fit”, “vegetarianos”, etc...

 

- Tu vida cotidiana ha cambiado bastante desde que la alimentación ha cobrado protagonismo.

 

-Tienes muchas reglas sobre qué comer y cómo.

 

- Si te saltas las reglas te sientes culpable.

 

- Acudes al nutricionista a pesar de no tener sobrepeso, alergias o intelorencias alimentarias, solo para “saber comer bien/sano”.

 

- Te mueves en estados de euforia más acusados desde que “comes sano”. 

 

 - Te sientes en paz contigo mismo desde que “comes sano” y piensas que está todo controlado.

 

 

 

Exceso de información que el usuario no sabe manejar, influencia evidente de los medios de comunicación que ahora se extienden a las redes sociales, miedo a ser envenenado por la industria alimentaria, buscar mejor salud, incluso razones espirituales para consumir o no determinados alimentos. Las personas esperan a través de su conducta obtener beneficios a todos los niveles: Psíquicos, físicos, laborales, morales... Y muchas veces el hecho de que efectivamente haya alguna mejora en su vida, a través de lo que llamamos en psicología “correlación ilusoria”, dos eventos que no tienen nada que ver, que no son causa-efecto quedan asociados como tales. Lo que siempre hemos llamado. conducta supersticiosa.

 

 

 

 

- Hipovitaminosis o hipervitaminosis, (¿sabías que Jean-Paul Gaultier se toma hasta 68 zumos de naranja diarios?)

 

- Osteoporosis.

 

- Anemias varias.

 

- Carencia de oligoelementos o minerales.

 

- Hipotensión

 

- Carencia de vitamina B12 que a su vez ocasiona cambios en el comportamiento de la persona.

 

- Ansiedad, depresión, insomnio, obsesión...

 

- Desnutrición.

 

 

 

Como todos los trastornos de la alimentación, sí tiene tratamiento. La terapia cognitivo-conductual una vez más se alza entre las demás como la candidata hacia la cura de este padecimiento. Los objetivos terapéuticos se centrarán en desarticular todas y cada una de las conductas compensatorias que mantienen alejado el miedo a no comer bien o no comer sano, haciendo que éste se haga más fuerte. Hay que eliminar todas las conductas y las ideas que sostienen la ortorexia para que la persona pueda recuperar su vida.

 

Si crees que alguien o que tú puedes estar sufriendo ortorexia en un estado inicial o más si es avanzado y llevas muchos años, empieza hoy a ser libre. Otra vida es posible de la mano de psicologos online como nosotros :-)