En tiempos de Coronavirus: todo sobre la Misofobia

Marta Vicente

Se definela misofobia, también llamada germofobia o bacilofobia, como el miedo intenso a la suciedad, los gérmenes o las bacterias o microbiosrespectivamente. ¿Sabías que existe terapia online para el miedo a la suciedad?

En nuestro día a día tendemos a utilizar palabras prestadas, por ejemplo, del inglés (“running”, “fitness”),o incluso de las ciencias; y a veces hacemos un adecuado de ellas y otras veces no. Al igual que con los otros términos psicológicos, ¿entendemos realmente lo qué es una fobia y cuáles sus implicaciones? ¿Entendemos realmente cuánto puede llegar asufrir una persona que padece una fobia?

¿Qué es una fobia?

Las fobias no son solamente “manías”,ni las personas afectadas por ellas son exageradas, una persona con fobia a la suciedad no es una “maniática” de la limpieza.

Las fobias son trastornos que, dependiendo de su grado de afectación y las características de cada fobia, pueden llegar a disrumpir gravemente la vida de una persona, ya que éstas tienden a organizar su vida alrededor de la fobia. Restringen actividades y se deterioran gravemente sus vidas en distintas áreas. Imagina cuanto tiempo perdido y la alteración que sufre mi vida, si antes de poder salir de casa  necesito lavarme las manos 20 vecesen media hora, o si necesito lavar el pomo de la puerta, o no puedo tocar a nadieni nada de camino al trabajo, si al llegar necesito desinfectar mi mesa, dejo de ir a sitios que podrían estar contaminados… y aunque sea consciente de que estoy perdiendo un tiempo preciado, es el precio a pagar por aliviar ese temor.

Se convierte en un problema cuando interrumpe el funcionamiento diario de la vida de una persona debido a los altos niveles de ansiedad con los que convive día a día, y todas las estrategias que emplea para poder controlarla.

Las fobias pertenecen a la familia de los trastornos de ansiedad, se caracterizan por ser unmiedo intenso ante la presencia de aquello; cosa o situación, que genera el temor. Este temor se siente de manera desmedida, y dependiendo de la gravedad, puede provocar crisis de ansiedad, ataques de pánico y gran malestar emocional persistente, entre otros síntomas.

Existen tantas fobias como se te puedan ocurrir, de la A a la Z, desde agorafobia (miedo a los espacios abiertos) hasta la zoofobia (miedo a los animales),hay fobias para toda clase de cosas. Algunos temores pueden parecernos más “lógicos”, pero la verdad es que tras todas ellas se esconde un componente irracional y un temor angustiante.

¿Es lo mismo una manía que una fobia?

Este tipo de fobia específica, se relaciona especialmente con uno de los subtipos más comunes del Trastorno Obsesivo Compulsivo, el TOC por contaminación. Se caracteriza por pensamientos intrusivos (inevitables y persistentes) sobre gérmenes o posible contaminación. 

Estos pensamientos constantes llevan a las compulsiones, que son las conductas dirigidas a aliviar la ansiedad y el temor. En el caso que nos concierne, sería lavarse obsesivamente las manos, limpiezas en profundidad, cambiarse varias veces de ropa, no tocar superficies o puertas con las manos, evitar el contacto con personas, etc.

Normalmente en el TOC, las creencias de contaminación desde fuera, se ven exageradas o innecesarias, ya que son constantes y como hemos dicho, interfieren gravemente en las actividades diarias, en el trabajo, incluso en las relaciones sociales, llevando a veces al aislamiento absoluto.

¿Por qué tengo misofobia?

La extensión de la pandemia del coronavirus ha podido ser un detonante para sufrir miedo al contagio, miedo a los gérmenes… Muchas personas que quizás ya tenían una predisposición o una vulnerabilidad previa, que se ha visto potenciada y expuesta con la alerta constante,

La eterna pregunta en psicología suele ser si el origen de los trastornos reside en el entorno y aprendizaje o en la biología y la genética. La respuesta suele ser una interacción entre ambas. La carga hereditaria en cuanto a las fobias es importante, pero suele haber algún acontecimiento externo que despierta la predisposición biológica a padecer un trastorno psicológico, al igual que ocurre en otros como por ejemplo la depresión. Las fobias suelen tener algún suceso traumático de fondo, aunque muchas veces la persona ni siquiera es consciente del hecho o no lo recuerda.

Así, si hemos nacido en el nido de una familia sobreprotectora, especialmente pulcra, con tendencia a acudir al médico a cada mínimo síntoma, o con una severa disciplina en cuanto al orden y la limpieza, es posible que contemos con cierta predisposición (dependerá también de nuestros propios rasgos de personalidad y las propias experiencias). Incluso personas muy familiarizadas e informadas sobre temas de salud como médicos, microbiólogos, científicos, enfermeras…son colectivos propensos a este tipo de trastornos, precisamente por el conocimiento que tienen del papel que juegan microrganismos en nuestras vidas.

De hecho, estudios acerca de trastornos de ansiedad señalan que existe un factor hereditario que puede explicar porque algunas personas son más vulnerables que otras ante este tipo de alteraciones. No olvidemos que aquello que heredamos no solamente se transmite de manera genética. Heredamos formas de pensar, de sentir, de relacionarnos… mediante aprendizaje e imitación.

Tengo misofobia, ¿qué hago?

La ansiedad y el miedo van de la mano, el miedo nos alerta de un peligro ante el cual hay que movilizar el cuerpo, y la ansiedad activa nuestro sistema fisiológico para responder a la amenaza, ya sea luchando, huyendo, o quedándonos paralizados (en la naturaleza, esta estrategia a veces resulta útil).

La misofobia supone un problema gravemente inmovilizador ya que, a diferencia de otras fobias, como por ejemplo el miedo a volar- no todos los días nos vemos en la situación de tener que subir a un avión- los gérmenes, las bacterias y los microbios, están por todas partes. Esto implica que la ansiedad generada por pensar en la posibilidad de contaminación, puede llegar a asentarse como estado permanente.

Ahora en tiempos del COVID, muchas de estas conductas relacionadas con la misofobia, lejos de ser raras, son hasta recomendadas por los medios oficiales y organismos de salud. Existe una pandemia, no es una “locura” preocuparse de ser contagiado y es fácil perdernos en el bucle de obsesividad pensando en que todo puede estar contaminado, evitar tocar, y perdernos en rituales para mantenernos “a salvo”.

Algunos consejos para superar el miedo al contagio, a la suciedad, al virus…

El problema reside en cuando “se nos va de las manos” esta obsesión, cuando nos cambiamos de ropa 4 o 5 veces al día, nos llegamos a lavar las manos 20 veces en una hora, estamos todo el día pensando en la posibilidad de contagiarnos, vemos las noticias a todas horas, hacemos seguimientos exhaustivos de los números de infectados…etc.  Es decir, vives la realidad de forma angustiante y constantemente privado de la posibilidad de disfrutarla.

Si detectamos que esto nos está ocurriendo apliquemos estas 3 pautas:

1. Lo primero que podemos hacer es ser compasivos con nosotros mismos. En estos tiempos, hay muchas cosas que escapan de nuestro control y debemos intentar aceptar que a veces es difícil actuar sin miedo.
2. Intenta recuperar el control mediante el uso de la lógica -tan malo puede ser no lavarse las manos en una situación así, como que por lavármelas me las deje en carne viva sin posibilidad de defensa y regeneración-.

3. Por último, el autocuidado; que pasa por no aislarnos y no restringir todas nuestras actividades ni contacto social- sino hacerlo con responsabilidad y mesura es muy importante. Sigue relacionándote 😊

La clave está en el equilibrio. Y si vemos que solos no somos capaces, lanzarse a pedir ayuda a un psicólogo online, siempre seguirá siendo la mejor opción. En Y Psi Hablamos te estamos esperando, feliz día!!!