El Mindfulness nunca fue tan fácil: 5 Hábitos diarios.

 

El mindfulness significa “atención plena”, es decir, estar presente, practicar la aceptación, no juzgar, observar nuestros pensamientos y emociones y ser conscientes de lo que nos rodea. Meditar requiere constancia y práctica pero, ¿sabías que no hay solo una manera de meditar? A todos/as nos viene a la cabeza la de sentarnos con los ojos cerrados y concentrarnos en la respiración. Pues bien, existe otra manera se llama: meditación informal la podemos introducir en nuestro día a día, Consiste en estar presentes mientras hacemos nuestras tareas diarias. Fácil, ¿verdad?

 

¿Te ha pasado alguna vez que vas caminando o en coche de casa al trabajo y no te acuerdas ni del recorrido que has hecho?, ¿En qué piensas cuando te duchas?, ¿y cuándo comes? Me atrevo a adivinar que, el 90% de las veces, estás pensando en todo el trabajo que tienes acumulado o en lo que quiso decir ayer tu suegra por teléfono. ¡Basta! Si lo he adivinado, estás viviendo con el piloto automático encendido y te estás perdiendo el maravilloso mundo presente.

 

Pero no te preocupes, es normal. Cuando hacemos alguna tarea cotidiana, como lavarnos los dientes o fregar los platos, nuestra mente desconecta de lo que estamos haciendo y comienza a divagar, a viajar por el pasado y el futuro. A mí también me pasa a veces, sobre todo en temporadas de estrés, que mientras estoy estudiando pienso en el trabajo y mientras trabajo, pienso en lo que tengo que estudiar. Aquí lo importante es que te des cuenta, desconectes el piloto automático y prestes atención a lo que te rodea. 

 

Haz ejercicio regularmente, aliméntate de forma saludable, experimenta en la cocina y prueba miles de sabores, duerme lo que necesites para estar descansado/a al día siguiente, piensa en ti más que en nadie, haz cosas que te gusten, apúntate a cursos interesantes, baila, queda con amigos, haz excursiones, pasea por la montaña, observa el mar desde la orilla y mójate los pies. 

 

Aceptación no es sinónimo de resignación. Aceptar es experimentar tus emociones y sensaciones, aceptarlas para poder afrontarlas mejor. Se trata de no fusionarte con ellas, sino de verlas con perspectiva y entender qué está ocurriendo. No tiene sentido que vivas evitando las emociones negativas, porque volverán con más fuerza. En lugar de eso, con la ayuda de un psicólogoonline aprende estrategias de afrontamiento, ¡verás cómo te cambia la vida! 

 

No es lo mismo que “victimización”, de hecho, no tiene nada que ver. La autocompasión es darnos a nosotros/as mismos/as el mismo cuidado que de forma natural hacemos llegar a quienes queremos cuando están sufriendo. Si cuidamos a nuestros seres queridos, ¿por qué no nos cuidamos a nosotros/as mismos/as de la misma manera? Seguro que si un amigo tuyo está triste, no le “castigarás” echándole la culpa, ¿verdad? ¡Tampoco te castigues a ti, ámate!

 

Mira, experimenta, siente, vive. Nos pasamos el día etiquetando y juzgando todo lo que nos rodea. Intenta dedicar unos minutos al día a simplemente observar como si fueras un niño/a, como si vieras las cosas por primera vez. Hay tantas cosas bonitas a nuestro alrededor que dejan de serlo por el mero hecho de estar siempre ahí...

 

Empieza a practicar desde ahora :-)

 

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