
Es habitual que ante situaciones de incertidumbre, sobre todo ante aquellas que atañen a nuestra salud y a la de nuestros seres queridos, como es el caso del coronavirus en España ahora mismo, nos preocupemos y que incluso nos pongamos en el peor de los casos.
La amígdala es la parte de nuestro cerebro que se encarga de producir emociones como el miedo, y éste, actúa como un motor nublándonos nuestra capacidad de mirar los datos con objetividad y haciéndonos crear hipótesis fatalistas que, a su vez, se ven aumentadas por la presión de los medios de comunicación y de nuestro entorno en general, generándose un clima de caos y psicosis colectiva.
A continuación te proponemos una serie de pautas para que, sin banalizar la situación, puedas evitar que el coronovirus afecte innecesariamente a tu bienestar emocional.
¿Cómo podemos mantener la calma ante este escenario, o al menos gestionarlo de la forma más adaptativa posible?
- Evitemos centrarnos en los rumores, recordemos que no toda la información que leemos es cierta, y que, además, nuestro cerebro actúa seleccionando solo parte de ella, muchas veces la que está más conectada con el miedo.
- Escuchemos y leamos la opinión científica de fuentes fiables que de los expertos del tema ponen a nuestra disposición.
- Levantarnos y acostarnos todos los días leyendo información relacionada con el coronavirus o hablando solo del tema solo contribuye a aumentar nuestro malestar y nerviosismo. Infórmate, pero no dediques todo tu tiempo a estar pendiente de lo que está pasando.
- Utilicemos el miedo para prevenir los peligros, pero evitemos que nos condicione dirigiéndonos: llevemos a cabo las medidas de prevención que las autoridades sanitarias recomiendan (lavarse las manos a menudo, toser y estornudar en la parte interna del codo y evitar en la medida de lo posible las aglomeraciones de gente).
- Confiemos en nuestro sistema sanitario, intentando evitar sobrecargarlo innecesariamente.
- Fomentemos pautas de cuidado y autocuidado, esto es muy importante ya que nos ayuda aliviar el malestar.
4 Pautas de cuidado para mejorar nuestra salud física y emocional
- Una forma de cuidarnos es comer bien, es decir, evitar el exceso de azúcares y alimentos procesados, centrando nuestra alimentación en frutas y verduras, frutos secos y proteínas de origen vegetal y/o animal. Eso aumentará nuestras defensas y nos hará sentir más enérgicos.
- Bebamos mucha agua, si es con un poco de limón mejor, ya que la vitamina C ayuda a nuestro sistema inmunológico.
- El estrés actúa debilitando nuestras defensas, así que date mucho amor y haz cosas que te ayuden a relajarte (dar un paseo, salir a correr, ver una película que te guste,…).
- Dale amor a las personas que te rodean, apoya a tus amigos/as y familiares y procura evitar conductas de discriminación hacia ciertos colectivos o personas.

Quizá también te interese...
En tiempos de Coronavirus: todo sobre la Misofobia

¿Cómo puedo dejar de pensar que mis seres queridos están en peligro?
Es habitual en estos días de coronavirus arriba y coronavirus abajo, como con cualquier otra situación de peligro, que el miedo se active, es su función para protegernos y preservar la supervivencia de nuestra especie. ¿Y en quién se va a centrar?, ¿en desconocidos?, claramente son las personas que más quieres las que serán el foco de atención de todos tus miedos.
Nuestro cerebro está programado para proteger a los que aseguran que sus genes sobrevivan, a nuestra descendencia o ascendecia, y también a nuestros amigos, que son indirectamente personas que ayudan a nuestros genes a sobrevivir.
Así que es totalmente normal que sea de ellos en torno a quienes giren tus preocupaciones. Después de haber seguido las pautas anteriormente explicadas, te recomiendo que hagas 1 Ejercicio para calmarte. Detente en estas 3 reflexiones que vamos a introducir, incluso anota tu respuesta en un folio para visualizarla mejor.
- ¿Está esa persona en la franja de edad de riesgo de mortalidad?
- ¿Qué te hace pensar que será esa persona la que coja el virus y que además no lo supere, y por último, que acabe trágicamente?, ¿en qué estás basando tus suposiciones? Anota tus respuestas.
- Ahora reléelas. Si te parece que no hay mucho de razonable en todas las respuestas anteriores, es muy posible que estemos hablando de miedo seleccionando informacióncongruente con el miedo, y no de un peligro real. Decide voluntariamente desechar esas “teorías” y relájate, solo es miedo, no es la realidad.
Si a pesar de estas recomendaciones no consigues aliviar el malestar, te sientes superado/a por él y pasas los días dándole vueltas al tema y a tus sensaciones corporales, en y psi hablamos podemos ayudarte a gestionar tus emociones de la forma que mejor se adapte a tu caso. No dudes en contactar con una de nuestras psicólogas online y elegir cualquiera de las modalidades de terapia, para poder aliviar este malestar.

Quedan {{ commentLimit }}carácteres
{{ errors.comment[0] }}